
En 1902 inició una serie de viajes en los que describió algunos de los principales cañones, desfiladeros y barrancos del Alto Aragón y de la Sierra de Guara.
Varios de los escritos que realizó en su viaje fueron publicados en los boletines de la real Sociedad Geográfica de Madrid, de la que era miembro, y junto con la publicación de su libro "Bellezas del alto Aragón", resultan determinantes para la declaración del Parque Nacional de Ordesa en 1918.
Gracias a su libro "Bellezas del alto Aragón", tenemos la primera catalogación de barrancos en el norte de Aragón.